Las querencias literarias de Borges
Sobre Jorge Luis Borges se ha escrito hasta el hartazgo, pero nunca nadie había indagado con tan acuciosidad y agudeza sobre el origen de los temas y los mecanismos narrativos que él empleó en la escritura de sus cuentos. El último libro de Efraín Kristal ofrece resultados magníficos sobre estos temas.
La grandeza de Jorge Luis Borges como escritor reside en buena cuenta en sus los mecanismos narrativos que implementó en sus textos y en las fuentes de las que se valió para desarrollar los temas de sus narraciones. Una de esas fuentes el conocimiento de otras lenguas.
Borges vivió en su infancia y adolescencia un fenómeno lingüístico personal muy singular. Aprendió a leer en inglés antes que en español. Este dualismo lingüístico le abrió las puertas de una cultura más amplia, más rica y más compleja. El conocimiento del inglés y otras lenguas le permitió, entre otras cosas, traducir y con ello conocer en forma directa la literatura de otras tradiciones no hispánicas.
La poética de Borges se basa en un principio elemental: que la lectura —y no la escritura— es la verdadera fuente de la creación. Esta tesis es desarrollada fundamentalmente en el cuento "Pierre Menard, autor del Quijote" publicado en 1939. En este texto cuenta la historia de un escritor francés cuyo propósito es reescribir la obra maestra de Cervantes, cosa que acomete con energía. Pierre Menard alcanza su objetivo, aunque descubre que la reescritura es exactamente igual a la escritura original, sólo que con un sentido distinto. Con ello, Borges se burla de la originalidad de la obra literaria y prueba que reescribir es simplemente leer.
Otro procedimiento narrativo muy característico de Borges es la utilización de las enciclopedias, los diccionarios y los libros de historia como temas literarios, modelos de estilo y prototipos de estructura narrativa. Desde luego, se trata de una herencia libresca. El declaró todo el tiempo que uno de sus mayores placeres era leer
Borges fue esencialmente un narrador de ficciones y, por añadidura, un escritor de historias fantásticas, género que ensayó con espectacular destreza junto con Bioy Casares. Para ambos, las ficciones fantásticas son tan antiguas como el hombre y contienen algunos cuantos argumentos del que parten variaciones casi infinitas: la aparición de fantasmas, viajes por el tiempo, realización de deseos, visitas al infierno y otros lugares parecidos, y la búsqueda de la inmortalidad. Estos argumentos, a su vez, se agrupan en tres grandes clases: 1) los que necesitan una explicación sobrenatural, 2) los que tienen una explicación fantástica pero no sobrenatural y 3) los que se pueden explicar natural y sobrenaturalmente.
No obstante, sería el propio Jorge Luis Borges quien mejor teorizaría sobre los procedimientos narrativos fantásticos. Para el escritor argentino existían cuatro procedimientos que permitían, por un lado, destruir las convenciones de las ficciones fantásticas realistas y, por otro, hacían las cosas más fáciles a los seguidores de las ficciones fantásticas. Primero, la inclusión de una obra de arte dentro de otra obra de arte; segundo, la contaminación de la realidad por el sueño; tercero, el viaje a través del tiempo; y cuarto, el tema del doble. Se trata de unos postulados teóricos concebidos a imagen y semejanza de sus obsesiones personales; y de procedimientos, no de temas, a través de los cuales se estructura un argumento.
El libro Querencias. Guerra, traducción y filosofía en Jorge Luis Borgesde Efraín Kristal es estudio concentrado en la gestión de los temas literarios que obsesionaron el autor de El Aleph. En su ensayo, Kristal descubre, a través de un rastreo minucioso y bien documentado, que tres fueron las “querencias” que atravesaron so poética: Las guerras, la traducción y la filosofía.
La guerra, o las historias de quienes participaron en ellas, son quizás los temas más recurrentes de la obra de Borges; la traducción es posiblemente la mejor entrada que disponemos para comprender los detalles de un proceso de creación literaria y para apreciar su concepción de la literatura; y aunque para Borges la filosofía es una serie de dudas, los muchos y contradictorios sistemas filosóficos que leyó y estudió con interés y con placer son materia que aprovechó para crear mundos literarios”, dice Kristal.
Para demostrar su tesis, Efraín Cristal analiza desde los primeros hasta los últimos relatos de Borges y descubre en la mayor parte de ellos cómo, en qué medida esa trilogía de “querencias” han funcionado como antecedentes, motivaciones y hasta borradores mentales de sus relatos fantásticos.
Querencias. Guerra, traducción y filosofía en Jorge Luis Borges es —o debe ser— uno de los estudios más agudos y pormenorizados sobre los mecanismos de composición de Borges. Los lectores fervorosos del escritor argentino se lo agradecemos de todo corazón.