Quantcast
Channel: Cuaderno del tribal
Viewing all articles
Browse latest Browse all 322

Article 0

$
0
0

 

Sórdido y valiente

Marcio Taboada Zapata debuta con un conjunto de cuentos donde lo sórdido y lo sucio cobran protagonismo. Su libro, además de la valentía con que aborda esta zona prohibida de la naturaleza humana, vale por la destreza y la habilidad técnica con que desarrolla las historias y construye sus personajes ambivalentes.

Cada vez que leo el libro con el que debuta un poeta o un narrador, me viene a la mente esta idea: que la verdadera literatura es posible solo si un escritor logra juntar técnica y talento, el justo medio que abre las puertas hacia la conmoción y la belleza artística.

Técnica y talento: dos caras de una misma moneda. Todo aspirante a escritor debe saber que la técnica es algo que se aprende, que se descubre y se practica, y que el talento es consustancial a nuestra personalidad. Puede ocurrir que un escritor esté dotado de una gran fuerza natural para escribir y, de este modo, consiga publicar uno o dos libros realmente originales, pero después, como consecuencia de su agotamiento creativo y su escasa o nula preparación técnica, termine por tirar la toalla.

O puede suceder al revés: que alguien que ha aprendido perfectamente las técnicas y procedimientos solo consiga escribir historias efectivas, y hasta entretenidas, pero carentes del rayo iluminador que conduce a la belleza; cosa que únicamente se logra educando y puliendo el talento.

Marcio Taboada Zapata (San Pedro de Lloc, 1994) es un joven narrador dotado de técnica y talento. Lo conozco desde que era estudiante del taller de periodismo narrativo que dicto desde hace años en una universidad local. Lo recuerdo como autor de excelentes crónicas y perfiles, pero ahora que leo su libro Sórdido, estoy muy sorprendido por el salto cualitativo que ha dado su escritura.

Tenemos a un autor que, no obstante su juventud, presenta un manejo solvente de las técnicas y procedimientos narrativos. Me refiero, entre otros elementos, al punto de vista, el manejo del tiempo y el espacio, la construcción de los personajes y el desarrollo de las acciones, que Taboada Zapata conoce y aplica con conocimiento de causa en los cuentos Las escondidas (el clásico juego concluye con un niño desaparecido de verdad), La noche del amor (un hijo descubre, contra su propio dolor, a un padre travesti), Más limpio que mi techo (un pederasta es puesto en cuestión por su propia pareja) y Querer a los perros (un niño se enamora de una mujer que practica el bestialismo).

Una de las cosas más difíciles de lograr para un cuentista son los diálogos. Se necesita un oído muy fino y una atenta observación para registrar y reproducir la oralidad. En los diálogos entre personajes hay que trasmitir no solo este recurso, sino la sensación de verosimilitud y naturalidad de una conversación, efectos que logra su autor con gran eficacia en los cuentos Más limpio que mi techo y El plan.

Otro asunto peliagudo para un narrador novel es el tratamiento del tema. Lo sórdido, según el diccionario, es lo impuro, lo indecente, lo escandaloso y lo que está manchado. Marcio Taboada Zapata ha sido seducido, según propia confesión, por sus lecturas de Henry Charles Bukowski —un sórdido por antonomasia—y por su profunda aversión a la hipocresía social de negar el lado oscuro de la vida humana. “Sórdido es aquella mancha que ensucia al hombre. Gen de impureza que corre por las venas. Mácula propia de la imperfección humana. Sórdido es el mal pensamiento o acto que toda persona tiene o ejecuta en algún momento de su vida. Algunos desearían evitar o limpiar hasta la nada su suciedad, otros solo la aceptan, y otros... la disfrutan”, dice su autor.

El tratamiento de la sordidez es, unas veces, directo o crudo como en el cuento Querer a los perrosy otras veces indirecto o sutil como en el cuento La noche del amor. En ambos casos no es una condena moral o una intransigencia ética. Lo sórdido es, simplemente, uno de los tantos componentes de la condición humana que hay que conocer, investigar, radiografiar y comprender a través de la literatura.

Los estoicos sostenían que había que cuidar nuestra alma —como pensaba también Sócrates— mediante cuatro virtudes: la sabiduría, la justicia, la valentía y la moderación. El autor de Sórdidono es estoico, pero sí un narrador que busca la sabiduría y la valentía. Lo primero porque ha logrado sumergirse en algunos aspectos repulsivos y oscuros de la realidad para tratar de conocerlos y construir a partir de ellos cuadros y escenas que nos permitan inferir su naturaleza; y lo segundo, porque no ha tenido miedo de tratar un tema políticamente incorrecto, que asusta a las mentalidades pacatas o que es mirado de costado por la gran mayoría de lectores.

Sórdido es un libro unitario, de un universo más o menos definido,  atravesado por la impureza de los temas y, sobre todo, por un pulso narrativo in crescendo y una destreza narrativa que dará mucho que hablar en el futuro mediato.

 

 

 

 


Viewing all articles
Browse latest Browse all 322

Trending Articles