Sietevientos,30 años decrítica y creación
Hace treinta años, Houdini Guerrero empezó a publicar Sietevientos, una revista de creación y crítica, que ha llegado al número 37. Con mucho esfuerzo y limitaciones, este medio es, por un lado, un catalizador de ideas y emociones y, por otro, un espejo en el que la literatura de la periferia se mira a sí misma para descubrir sus aciertos y defectos.
Hay revistas de todo tipo en el Perú, pero de crítica y creación o literarias, muy pocas. La revista literaria por excelencia en estos tiempos es Hueso húmero, pero su cobertura es básicamente limeña y tiene un tiraje muy reducido. Hay muchos antecedentes, como Amauta, por ejemplo, que era una especie de enciclopedia periodística en la que cabía todo, pero en la que se valoraba, por encima de todo, el análisis político y la promoción de las artes de vanguardia.
Debido a que el Perú es un país política y económicamente centralista, el proceso literario –dicen los estudiosos- repite esta estructura de poder: un centro que acapara todo y una periferia que pugna, sin ninguna posibilidad de éxito, por conseguir un pedazo de los privilegios de ese centro.
Otros autores, como Antonio Cornejo Polar han utilizado categorías conceptuales como lo hegemónico (la literatura culta escrita en castellano) y lo subordinado (la literatura autóctona-indígena y la literatura popular). Estos, el centro y la periferia y lo hegemónico y lo subordinado son, digamos, los fenómenos culturales que han marcado la formación de nuestra tradición literaria. Amauta, curiosamente, fue una revista que intentó romper desde Lima con estas ataduras y grietas debido a la visión que le impuso José Carlos Mariátegui.
Según Washington Delgado, la dicotomía centro-periferia no ha sido estática en el Perú. El centro unas veces ha estado en provincias (como en los años 20 del siglo pasado) y otras veces, como ahora, ha estado en Lima; es decir, ha fluctuado cada cierto tiempo a causa de factores políticos, económicos y sociales. Por otra parte, no hay que perder de vista que, así como Trujillo es la periferia de Lima, esta es a su vez la periferia de México y esta la periferia de París o Nueva York.
Las revistas que se publican en las diversas regiones del Perú son la expresión de la pluralidad y la heterogeneidad de la literatura peruana, pero también un reflejo de los fenómenos culturales antes descritos que, en cierta manera, siguen reproduciéndose en un mundo más bien globalizado y con diversos centros y diversas periferias.
Esas revistas recogen de manera abrumadora la creación literaria de los poetas y narradores que escriben en sus regiones y, de un modo un tanto tímido, la crítica de esas manifestaciones literarias. Pienso ahora en dos revistas muy antiguas que parecen irregularmente en Cusco y en Piura: Siete culebras y Sietevientos. La primera se presenta como una revista andina de cultura y la segunda como una revista literaria a secas.
Esta vez voy a ocuparme únicamente de Sietevientos,que es la revista cuya trayectoria conozco más o menos bien. Fue fundada hace treinta años por el poeta y narrador Houdini Guerrero en Sullana y ha llegado hace poco al número 37. Su periodicidad es irregular, aunque, haciendo los cálculos, se puede decir que su director publica en promedio un número o dos por año. Sin embargo, desde diciembre del 2020, esto ha cambiado y la revista aparece cada mes.
Sietevientos ha publicado, desde que apareció por primera vez, cuentos, poemas, crítica de arte, entrevistas y ensayos literarios, estos siempre en menor proporción, como observé antes. El mérito de esta publicación reside en que es un medio que recoge y cataliza, es decir, provoca una reacción y promueve un sentimiento, que, en este caso, es visibilizar la literatura de la periferia y dar cuenta de sus calidades no reconocidas.
El número 36 de la revista constituye un salto en la causa que persigue y el sentimiento que promueve entre los poetas y narradores que publica: se trata de un número íntegro dedicado al ensayo (un género esquivo por lo general entre los escritores peruanos), quiero decir, de un número dedicado a la reflexión y al estudio de la obra de escritores locales, nacionales y universales. En este número colaboran: Luis Eduardo García, Víctor Palacios Cruz, Manuel Armando Abad, Ricardo Musse Carrasco, Gian Pierre Codarlupo, José Lalupú Valladolid, Rafael Gutarra Luján, Ana Isabel González Seminario, Tadeo Palacios Valverde, Cosme Savedra, Carlos Arrizabalaga, Damarys Ruesta Delgado, Ximena Villaseca Cruz y Jonh Carrillo Vera.
“El ensayo es un género poco cultivado en Piura, por este motivo hemos creído conveniente dedicarle este número espacial de Sietevientos. Tenemos la firme convicción que el acto creador merece tener su contraparte en la reflexión crítica y por ello acogemos los trabajos críticos de nuestros colaboradores, algunos nacidos y otros radicados en nuestra región Pira”, dice en la presentación su director.
Lo único que podría reprochársele es una mayor ambición editorial (dar un salto en el formato y en el cuidado de las ediciones) y plantearse una proyección nacional y acaso internacional y, de paso, lograr lo mismo con la literatura que publica. Pero esto, hasta donde sé, bulle hace tiempo en la mente creadora e impenitente de Houdini Guerrero, su director, hace tres décadas.