Ángela, Humboldt y el Océano
Una magnífica historia de ficción une al naturalista y viajero Alexander Von Humboldt, a una niña que quiere pasar como un chico para ser aceptada en la tripulación del barco en el que viaja el naturalista alemán y al Perú del siglo XVIII, entonces en sus días finales como Virreinato.
La novela Océano al revésde Julia Wong parece estar construida a primera vista sobre la base de la vida de Alexander Von Humboldt, el viajero y naturalista alemán, que llegó al Perú el 1802, sin embargo, conforme uno avanza en su lectura, descubre que la historia tiene como eje a Ángela, una niña nieta de un esclavo procedente de Manila que viaja en el barco que trae al naturalista al Perú.
Humboldt es desde luego un personaje importante en la medida en que la novela ofrece una visión externa del Perú, la que tuvieron los viajeros y naturalistas que entre los siglos XVIII y XIX contribuyeron con sus escritos y opiniones a forjar entre los peruanos del futuro una toma de conciencia sobre la importancia del pasado, la riqueza natural y la cultura.
Océano al revésnarra pasajes de la vida íntima y viajes de quien, gracias a su empeño y sus descubrimientos, creía haber ganado un lugar en la historia de la ciencia, pero más indaga en la vida postiza y en las contradicciones sentimentales y morales de una niña flacucha que se hace pasar por un chico: «[…] no me daba temor que me descubrieran, porque en la parte superior de mi cuerpo nada delataba si era un chico o no, y lo mejor era que a nadie le importaba, todos estábamos preocupados con nuestra propia miseria [….]». En realidad, el disfraz buscaba ocultar su condición de mujer, en cuyo caso, como dice el narrador, la destruirían. El vínculo que el falso chico mantiene con Humboldt es distante y ella no sabe si es amoroso, amical o de simple admiración.
La novela empieza cuando la corbeta Pizarroestá a punto de zarpar del puerto de La Coruña con rumbo a América. En ella viajan Alexander von Humboldt y su ayudante Alexandro Bonpland. Entre los tripulantes hay marineros experimentados, polizontes , prostitutas y el falso adolescentes de marras, quién ha llegado allí en base a su astucia, a la ayuda indirecta de su madre y al azar. La Corona española le ha extendido amplísimos poderes al científico alemán y esta expedición es la más trascendental de su vida.
Se podría decir que en el plano simbólico la novela cuenta dos viajes. El primero es un viaje exterior, el que sigue el homo viator, Alexander von Humboldt, y que sirve como telón de fondo de la historia central; y un viaje interior, el que experimenta Ángela en la brevedad de su vida. Ambos, creo, sirven como base, para la estructura de la novela que, en esencia, se mueve entre estos dos ejes narrativos. Por un lado, está la mirada del hombre de ciencias que mide y escudriña la realidad; y por otro, la del ser inseguro y desconcertado que no sabe quién es y cuáles son sus orígenes reales. Ambos viajes estructuran de alguna manera una novela que alterna, con gran acierto y pericia, el narrador personaje con el narrador omnisciente.
Es Humboldt quien le propone a Ángela que llegue al Perú, un país fabuloso en el imaginario de los extranjeros. Ella sigue su consejo y en el trayecto, mientras conoce paisajes, comidas, costumbres y descubre, sin querer, la vida oculta de su mentor (su debilidad por los mulatos, por ejemplo), empieza a cuestionar sus creencias, su identidad y su pasado. Su padre ha muerto, su madre es una mujer que ha aceptado con resignación su destino y sus hermanos son unos malditos machistas y patanes. Lo único que le queda entonces es huir, de la ciudad donde vive (Cádiz), de su familia y, en cierta forma, de sí misma. ¿Quién es en realidad Ángela? ¿Una india china, como ella dice? ¿Un chico disfrazado? ¿Una mestiza?
En los viajes, en el exterior y el interior, Ángela aprende a leer y a escribir, experimenta los límites de su cuerpo, se sumerge en las costumbres de las desconcertadas gentes de Lima, tiene un encuentro fugaz y cercano con el libertador San Martín que la deja marcada, aborrece del culto a las imágenes religiosas católicas y aprende del poder de las plantas y los números por boca del amauta Guanilo. Un día, cuando este le pregunta por qué quiere saber tanto, ella le responde: «Porque los que saben parecen más felices, andan orondos, erguidos, les dan los mejores servicios y comidas, duermen en camas amplias, tienen casas grandes». Lo que hace, en realidad, es declarar su empeño y su frustración de vivir una vida distinta.
El conceptoocéano al revés está ligado, de alguna manera, a la búsqueda identitaria de Ángela. En un momento de la historia, cuando arriban al puerto de Paita, ella piensa en el poder del Océano Pacífico y en por qué este parece ser más océano que el Atlántico. Humboldt parece leer su mente y dice: «Este es un océano al revés. Todas las aguas o todas las cosas cuando muestran su lado posterior, su lado oscuro, lo anverso, son más fuertes y potentes». Ángela tarda en comprender la magnitud de este concepto, pero siente que allí está una de las claves del poder de la identidad, del ser: todos tenemos un lado oculto que hay que saber asumir.