Una buena novela vale por el modo en que cuenta una historia y no por el tema que desarrolla.Es lo que sucede con Middelsex de Jefrrey Eugenides y La muerte del padre de Karl Ove Knausgård: un fresco social y una autobiográfía respectivamente.
La novela Middelsex de Jeffrey Eugenides está precedida por el Premio Pulitzer que se le concedió el 2003 y la novela La muerte del padre de Karl Ove Knausgård por la comparación que ha hecho la prensa europea de ella con lo mejor que escribió Marcel Proust.Middelsexcuenta ―como muchas― una historia familiar ambiciosa y deslumbrante y ―como pocas― consigue erigirse como una de las grandes novelas americanas. Las otras las han escrito Scott Fitzgerald, Philip Roth, Jonathan Frantzen y otros más.
El libro de Jeffrey Eugenides narra en primera persona la identidad sexual y social de Calíope Stephanides, un hermafrodita de origen griego que vive la mayor parte de su vida culturalmente como una mujer, pero íntimamente como un varón.
No se trata de una narración lineal, sino de un calidoscopio de historias que se desprenden de una principal: la autobiografía del hermafrodita. Todos los relatos tienen como fondo fenómenos socio-históricos: la expulsión de los griegos de Turquía en los años veinte, la migración de turcos y griegos a Nueva York y el progresivo deterioro industrial, moral y social de Detroit, la mítica ciudad de los grandes fabricantes de automóviles.
El libro 1 se desarrolla la historia de Desdémona y Lefty, los abuelos de Calíope. Ambos huyen de Emirna con documentos falsos y consiguen casarse, pese a que son hermanos de sangre, en el barco que los conduce a Estados Unidos. El libro 2, se ocupa de la relación de Tessie y Milton, los padres de Calíope, quienes no aceptan la mutación que sufre la identidad de su hija(o). El libro 3 narra la vida de Calíope, desde su nacimiento hasta su pubertad. Y el libro 4, la historia tragicómica de cómo Calíope se convierte en varón y se va a trabajar como agregado cultural en la Embajada de los Estados Unidos en Berlín. Mezcla de fresco social con novela negra y relato tragicómico, es sin duda una de las grandes narraciones de los últimos tiempos.
Cuando Jeffrey Eugenides terminó de leer La muerte del padre de Karl Karl Ove Knausgård dijo lo siguiente: “ha roto la barrera de sonido de la novela autobiográfica”. Curiosa afirmación. Su par pudo haber dicho lo mismo de su estupenda Middelsex.
La muerte del padreha llevado, efectivamente, la novela autobiográfica hasta el paroxismo. En esencia, narra la trágica muerte del progenitor de Knausgård, quien se autodestruyó ingiriendo grandes cantidades de alcohol en compañía de su madre. En su descenso, padre y madre se abandonan a la mugre, la soledad y la ruptura con el mundo social.
El narrador, Knausgård, usa la escritura como una catarsis. La usa para hurgar en la relación tensa y extraña que mantuvo con un padre desangelado y autoritario, para buscar su identidad como escritor en medio de una vida familiar que lo ahoga de a pocos y lo frustra como padre, y para reconstruir los últimos meses de agonía de un padre entregado enteramente al consumo de alcohol. En realidad es siempre el narrador el que se busca y autoflagela.
El comienzo de la novela del sueco es envolvente: «La vida es sencilla para el corazón: late mientras puede. Luego se para. Antes o después, algún día ese movimiento martilleante se para por sí mismo y la sangre empieza a correr hacia el punto más bajo del cuerpo, donde se concentra en una pequeña hoya, visible desde fuera como una zona oscura y blanda en la piel cada vez más blanca, a la vez que la temperatura baja, los miembros se endurecen y el intestino se vacía». Después de esto, uno no para y quiere seguir y seguir hasta llegar al final.
La muerte del padre es una de las cinco novelas que bajo el nombre genérico y provocador de Mi lucha ha escrito de Karl Karl Ove Knausgård, No se ha equivocado Eugenides ni los críticos europeos respecto a su calidad. Frente a un novelista que se desnuda con tanta maestría ante los ojos de los lectores. no queda sino la admiración más absoluta.